domingo, 3 de febrero de 2013

Nos perdemos en lo simple



Simplemente, eramos uno de esos niños qe no creian que lo suyo fuese lo mejor, y no entendiamos por qué lo de los demás lo era. Igual todos los miles de rostros que he visto pasar y las miradas que he creido entender era una milésima pista de lo que llaman destino, que sólo ellos me ayudaban a entender, finalmente, que todo lo que pasa es lo que creíamos esperar, para entender, finalmente, que no hay destino sino, esperanza, esperanza al destino, y una cadena tan larga no puede ser muy rentable. Pero seguimos corriendo, de autopista en autopista y de peaje en peaje, sin entender que fuera de allí hay caminos que los puedes inventar tú, señalados con ramas y construidos con flores, donde el único semáforo que hay eres tú. Muchas veces dicen que hacemos las cosas complicadas, yo creo que hacemos las cosas tan simples que nos perdemos en ellas.